martes, 16 de junio de 2015

Purificar VS Filtrar

Puede parecer bastante sencillo cuál es la diferencia entre estos dos términos, pero en realidad es muy frecuente que se presten a confusiones. Por esta razón tocaremos este tema y así sabremos diferenciar entre uno y otro, y cuando se utilizan.

Filtrar

Filtrar significa ‘retener sólidos suspendidos en un fluido’, esté puede ser aire, agua o algún otro fluido. Y por sólido suspendido debemos entender como todo aquello que no está disuelto en el agua, ya que cuando un sólido se disuelve en el agua pasa a considerarse un líquido.
¿Disuelto qué?
Sí, imaginemos que tenemos una taza de café, a más de alguno que otro adicto a lo dulce le ha pasado que pone una, dos, tres y hasta cuatro! cucharadas de azúcar. El azúcar de las primeras dos cucharadas se disuelve sin problema. Las siguientes dos ya no lo harán, porque dependiendo del compuesto sólido, es su solubilidad (el de la sal es de 24% en agua por ejemplo). Estas dos cucharadas pasarán a asentarse al fondo de la taza y por más que uno le de vueltas con la cuchara ya no podrán disolverse, y son estas las que podemos llamar sólidos suspendidos.
El problema de cuando se filtra es que dependes del tamaño de la malla del filtro (se mide en micras) según lo que quieras filtrar es el micraje que deberás utilizar. En el caso de los virus y las bacterias, que son sólidos suspendidos porque no se diluyen, el filtrar el agua no funciona. ¿Por qué? porque aunque no están disueltos en el agua. Estas son chiquititas, se necesitaría un filtro de .2 micras para que no pasen.

Purificar

Ya que vimos lo que en realidad se hace al filtrar, ahora hablaremos de lo que sucede cuando se purifica.
El concepto de purificar abarca la filtración pero también más procesos para eliminar otros contaminantes. Digamos que el primer paso para la purificación, es la filtración. Pero si tu filtro es de .10 o .5 micras, adivinen ¿qué?, las bacterias y virus pasan tranquilamente por el filtro. Pero tranquilos, en los procesos de purificación esto ya esta previsto. Se agrega otro paso el que se conoce como desinfección, donde se inhabilitan las bacterias.
Lo que se hace es colocar una luz ultravioleta o una malla muy cerrada donde ya no pasen ni las bacterias ni los virus, o agregar un químico como el cloro o el ozono. Y el campeón de campeones de la purificación es la Ósmosis Inversa.
La Ósmosis Inversa combina distintos pasos para obtener el agua lo más limpia posible. Tiene una malla tan pequeña que no pasan ni los minerales diluidos en el agua. Cuenta con cartuchos de carbón activado para que no pase el cloro y materia orgánica, y un cartucho de sedimentos. Ambos son para la protección de la membrana de la Ósmosis, la que tiene un micraje tan diminuto que de no contar con esta protección, sería destruida o saturada en cuestión de minutos. Esta es la diferencia de filtrar y purificar y el gran problema esta en creer que ‘si compro un filtro, el agua ya se vuelve potable’.

Fuente: Carbotecnia

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